Analizamos todo. Y no una, mil veces. Vemos los pros y los contras y no arriesgamos mucho.
Somos responsables en el trabajo.
Poco expresivos en los sentimientos.
Muy críticos con todo el mundo. También con nosotros.
Envidiosos.
Con miedo a hacer el ridículo.
Como padres somos responsables y exigentes.
Y muy terrenales y prácticos. No nos va nada lo que no es de este mundo.
Serviciales y a veces serviles.